La tribu dupá habita las remotas montañas Vokre en el norte de Camerún. Su población oscila entre 3000 y 7000 individuos. Las fértiles montañas Vokre les permiten vivir de la agricultura de subsistencia que combinan con algo de ganadería, caza y recolección.
Montes Vokre
Agricultoras dupás
Los dupás construyen casas circulares de arcilla que decoran con relieves. Cada poblado está compuesto de unas 4-5 viviendas con un grupo de graneros donde guardan los cereales que recolectan tras cada cosecha.
Granero dupá sobre piedras talladas
En términos de estética, los dupás siguen fabricando telas con algodón nativo para cubrir su sexo. Los hombres llevan gorros teñidos de añil y todavía se pueden ver hombres mayores luciendo el estuche peneano (parecido al de los danis en Papúa Occidental, Indonesia). Es uno de los últimos pueblos de África que conserva esta costumbre. Algunas mujeres cubren sus partes íntimas con hojas de acacia como sus vecinos komas de los montes Alantika.
Mujeres con taparrabos hechos con hojas de acacia
Joven dupá con estuche peneano
Destacan las danzas tradicionales dupás y los bufones, vestidos con telas y cuernos de antílope, que amenizan las fiestas. Se suelen celebrar durante la recolección del mijo (época seca de noviembre a marzo).
La política colonial francesa entre 1930 y 1950 fue la de promover el descenso de las tribus montañesas que habitaban los cerros de las sierras que separaban la Nigeria británica del Camerún francés. En 20 años la mayoría de tribus de montaña descendieron al llano y su cultura y economía se transformaron de forma irremediable.
Joven dupá con sombrero tradicional hecho con espinas y pelaje de puerco espín
Los dupás, a diferencia de otras tribus montañesas, se resistieron y siguen resistiendo hasta el presente en las alturas. Consideran la vida en los valles ‘menos libre’ y más dura. El clima en los valles es peor y a pesar de tener acceso a las escuelas y hospitales (herencia del poder colonial europeo), estas no se ven como ventajosas para ellos y prefieren sobrevivir en las montañas.
Los retos de los dupás a mitad del S-XXI siguen siendo los mismos de siglos atrás. La incursión de otras culturas en su territorio; la expansión del Islam y de los misioneros cristianos que quieren transformar su cultura y asimilarlos a nuevos credos e ideologías. Muchos dupás jóvenes están atendiendo escuelas religiosas en Poli (la ciudad más cercana a los montes Vokre) y muchos ya no regresan a las montañas.
En Last Places creemos que este mundo único montañés no debería desaparecer y estamos empoderando a los dupás para que decidan su futuro como pueblo. Para ello, trabajamos codo a codo con los jefes dupás y con las autoridades de Poli para que vean la cultura montañesa como una riqueza y no como algo primitivo que debe ser destruido. El turismo cultural basado en la convivencia respetuosa con los dupás y otras tribus de la zona es clave para conseguir el respeto y protección para el último pueblo montañés de Camerún.
En algunos poblados aún se mantienen ciertas costumbres y prácticas animistas de su religión tradicional
Indumentaria tradicional de los guerreros dupás
Muñeca de la fertilidad dupá
Anciano dupá preparando su pipa con taparrabos de tela