Descubre los puntos fuertes de este viaje a Turkmenistán
Exploración de Asjabad, la ciudad del mármol blanco
Asjabad, la capital de Turkmenistán, sorprende con su arquitectura futurista revestida de mármol blanco. Pasear por sus amplias avenidas es descubrir monumentos desmesurados, fuentes doradas y una ciudad que parece salida de una visión utópica. Durante este viaje a Turkmenistán, recorreremos sus principales espacios públicos, como el Monumento a la Neutralidad, el Palacio Ruhyyet y la enorme noria Alem. El Parque de la Independencia y el monumento al gigantesco libro Ruhnama también forman parte del recorrido. Entre sus espacios más conmovedores, destaca el complejo memorial Halk Hakydasy, que honra a las víctimas de guerras y catástrofes. Para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, se visita el Palacio de la Felicidad, un moderno edificio con vistas espectaculares.
El alma del país en sus mercados
Los bazares son espacios esenciales en todo viaje a Turkmenistán. El bazar Tolkuchka, uno de los más grandes de Asia Central, ofrece un caleidoscopio de colores, aromas y texturas. Aquí podremos encontrar alfombras, bordados, vestidos tradicionales y objetos únicos. También recorreremos el bazar Gulistán, antes conocido como Bazar Ruso, donde el pasado soviético se mezcla con la vida cotidiana actual. Además, podremos explorar el animado mercado de Turkmenbashi, con sus productos locales y su caviar del Caspio.Trazos soviéticos en la capital
Pasear por la antigua Ashgabat soviética es descubrir otra cara del país. Durante este recorrido urbano conoceremos la torre del reloj que resistió al devastador terremoto de 1948, el Circo Estatal, la avenida Magtymguly y la plaza Lenin, donde aún se conserva una estatua del líder bolchevique. También visitaremos el parque de atracciones más querido por los locales, un espacio vibrante y popular. Este segmento del viaje a Turkmenistán permite apreciar las huellas del pasado reciente y cómo conviven con la monumentalidad moderna de la ciudad.Nisa y Anau: herencias antiguas
Durante este viaje a Turkmenistán, retrocederemos varios milenios para descubrir dos yacimientos clave de Asia Central. A escasos kilómetros de la capital se alzan las ruinas de la antigua Nisa, capital del Imperio Parto y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus murallas de adobe, sus salas ceremonialmente dispuestas y sus antiguos almacenes evocan la grandeza de un imperio que desafió a Roma. No muy lejos de allí, en Anau, se encuentra el yacimiento de Bagabad, donde se han hallado restos de los primeros agricultores del continente. Con más de seis mil años de antigüedad, este lugar ofrece un vistazo a los inicios de la vida sedentaria en la región. Además, el viaje a Turkmenistán incluye visitas al Museo Nacional de Historia y Etnografía y al Museo Nacional de la Alfombra, que alberga la alfombra tejida a mano más grande del mundo.
Caballos sagrados y espiritualidad monumental
En Gökdepe, visitaremos un criadero de caballos Ahal-Teke, raza nacional de Turkmenistán. Famosos por su pelaje brillante y su resistencia, estos animales han sido venerados durante siglos. Podremos acercarte a ellos, alimentarlos, e incluso montar uno si lo deseas. De camino a Asjabad, haremos una parada en la mezquita de Turkmenbashí, la más grande del país. Este majestuoso edificio de mármol blanco, coronado por cúpulas doradas, combina versos del Corán con extractos del Ruhnama, el libro escrito por el primer presidente. El complejo incluye además el mausoleo familiar del mandatario. Este tramo del viaje a Turkmenistán invita a reflexionar sobre la mezcla de religión, poder y memoria.
Yangykala: el Gran Cañón de Asia Central
El viaje a Turkmenistán nos llevará hasta uno de los paisajes más asombrosos del país: los cañones de Yangykala. Esta formación geológica, de colores rosados, blancos y anaranjados, se extiende en un terreno que recuerda a los paisajes de Marte. Desde lo alto de sus acantilados, la vista es abrumadora. Además, exploraremos el cañón de Kemal Ata, donde destacan formaciones esféricas de piedra con formas animales, y visitaremos el santuario de Gozli Ata, un lugar de peregrinación para los locales. Dormir en este entorno natural, bajo un cielo sin contaminación, es una de las experiencias más impactantes del viaje.
Nokhur: tradición y aislamiento
En las montañas de Kopet Dag se esconde el pueblo de Nokhur, donde aún se conservan costumbres ancestrales. Aislado del resto del país, este lugar mantiene una fuerte identidad cultural. Durante la estancia, compartiremos la cena con una familia local y dormiremos en una casa tradicional. También conoceremos el santuario de Kyz Bibi, el enorme árbol Chinar con más de 700 años, el cementerio tribal decorado con cuernos de carnero y un taller donde aún se teje seda a mano.
Kov Ata: el lago subterráneo
Durante este viaje a Turkmenistán, visitaremos la cueva de Kov Ata, donde se esconde un lago termal subterráneo. Rodeado de estalactitas y vapores sulfurosos, este rincón oculto ofrece la posibilidad de bañarse en sus aguas cálidas. Es un oasis inesperado en el corazón del desierto y un alto perfecto para descansar.
Gonur Depe: la civilización olvidada
En las cercanías de Mary se encuentra Gonur Depe, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Asia Central. Este asentamiento de la Edad del Bronce perteneció a la cultura de Margiana y muestra una planificación urbana avanzada, con templos, viviendas y un sofisticado sistema hidráulico. Algunos arqueólogos creen que esta civilización podría estar relacionada con los orígenes del zoroastrismo. De hecho, el Boston Globe llegó a referirse a esta zona como la “quinta cuna de la civilización”, junto a Egipto, Mesopotamia, India y China. Este tramo del viaje a Turkmenistán conecta el presente con un pasado casi mítico.
Merv: la joya de la Ruta de la Seda
En este viaje a Turkmenistán, exploraremos Merv, una de las ciudades más legendarias de la antigua Ruta de la Seda. Este enclave, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, nos mostrará siglos de historia a través de sus ruinas. Pasearemos entre mausoleos, fortalezas y viejas murallas de adobe que evocan el esplendor de lo que fue una de las urbes más importantes del mundo islámico. Descubriremos también los restos de Erk Kala y Gyaur Kala, fortalezas que se alzaron en distintas épocas y que nos permitirán comprender la importancia estratégica y cultural de esta región.
Darvaza: las puertas del infierno
En este viaje a Turkmenistán nos internaremos en el corazón del desierto de Karakum hasta llegar a Darvaza. Allí encontraremos uno de los paisajes más impactantes del país: el cráter de gas que arde sin descanso desde hace más de cincuenta años. Se conoce como las “puertas del infierno”, y tendremos la oportunidad de admirarlo al caer el sol, cuando sus llamas brillan con mayor intensidad. Pasaremos la noche en un campamento cercano, rodeados de dunas y silencio, disfrutando de una cena al estilo nómada bajo el cielo estrellado. Esta vivencia será, sin duda, uno de los momentos más inolvidables de nuestro viaje a Turkmenistán.
© Fotografías de tomadas durante un viaje a Turkmenistán.
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