Experiencias de viaje exclusivas, centradas en la diversidad étnica

Sudán es uno de los destinos más imponentes y recomendables de África no sólo por su vasta extensión y diversa geografía, sino por la riqueza cultural que se puede encontrar. Poco es lo que se ha oído hablar del Antiguo Reino de Kush, los llamados “faraones negros”, una civilización que tuvo una época de auge pero aun parece permanecer oculta.

Etiopía es un increíble vergel de culturas con más de 80 grupos étnicos distintos, alberga las famosas iglesias excavadas de Lalibela encontramos el lugar más caluroso del planeta: el desierto de azufre y sal del Danakil.

Paisajes increíbles y zonas remotas en la frontera con Angola dan mucho juego viajero a uno de los países más seguros de África.

Burundi es un pequeño país de la región de los grandes lagos africanos, seguramente el más desconocido de todos. Un país bello, escondido y con una profunda espiritualidad que vale la pena ser vivida.

Guinea Ecuatorial es un Last Place por su aislamiento internacional, la rareza cultural y social herencia de la particular colonización española de unas islas y un trozo de selva y el esperpento del dinero a raudales que ahora parece acabarse.

Mongolia es el Far West de Asia, con un millón y medio de kilómetros cuadrados de prados, montañas, bosques y desierto… Completamente vírgenes. Mongolia es la nación con menor densidad de población del mundo y uno de los países con mayor población nómada del Planeta. Sin duda todo un lugar para descubrir, ya que aún el turismo de masas no lo ha invadido, conservando intacta su pureza.

Sudán del Sur es único por sus tribus, su naturaleza salvaje y virgen y su espíritu indoblegable. Los gigantes campamentos de ganado dinka, nuer y mundari ya son un mito de los viajeros.

Antiguos reinos, etnias que siguen practicando tatuajes y escarificaciones en sus cuerpos y polvorientas ciudades comerciales donde aún perduran los recuerdos de las rutas comerciales del Sahara. Nigeria es un exuberante tesoro.

Un patrimonio cultural único, una costa deslumbrante llena de hermosas playas y un interior montañoso que da paso a profundos desfiladeros y cascadas.

El tiempo parece haberse detenido en el segundo país más grande del Continente Negro y ese aspecto le da un encanto especial a la República Democrática de Congo.

Kenia ofrece mucho más que los safaris en búsqueda de los big 5. Su rica diversidad cultural, modelada en parte por los diferentes ecosistemas, la hace atractiva no solo para el viajero experimentado sino para todo aquel que le interese aprender y profundizar en el conocimiento a través del contacto directo con sus gentes.

Preso de su historia, Níger se nos aparece en su sufrida realidad como una Last Place fascinante.

Contraste tranquilo a su gigante vecino, la República del Congo es un buen destino de naturaleza y para convivir con pueblos autóctonos de selva como los pigmeos babongo cerca de la costa atlántica, los pigmeos baka del norte y los bantúes vili del río Kouilou.

La India es interminable. Es un subcontinente de una gran potencia cultural impactante a los ojos del viajero. Quien llega a la India por primera vez, suele quedarse fascinado y regresa en repetidas ocasiones, para contemplar sus monumentos, naturaleza y sus gentes en cualquiera de sus localizaciones.

¡Explora Papua Nueva Guinea! Con más de 600 tribus que hablan más de 800 idiomas, la diversidad étnica y riqueza natural de Papúa Nueva Guinea supera todo lo que puedas haber imaginado.

Yemen es tan poderoso y atrayente que merece el riesgo y la excitación del viaje. Grupos tribales de montaña y nómadas que aún vagan por el desierto árabe enriquecen su imagen icónica de paraíso arquitectónico.

En Chad se encuentra la zona mejor conservada del Sahara y la más rica en diversidad de ecosistemas y pinturas rupestres. Otros puntos de interés son el Gerewol de los wodaabes, el Parque Nacional Zakouma y el lago Chad.

Camerún es un auténtico paraíso cultural que alberga potentes festivales culturales en las tierras altas occidentales, pigmeos baka nómadas en las selvas orientales y las últimas tribus desnudas en África occidental central en la zona norte.

La República de Malí presenta un destacado gradiente de ecosistemas, un río brutalmente lleno de vida, una peculiar arquitectura a base a ladrillos de adobe, el conjunto nómada de los Fulani y el enigmático pueblo Dogón.

Benín es un país pequeño en territorio pero grande en contrastes y con mucha riqueza cultural. De sur a norte, encontramos diferentes etnias, cada una con características que la hacen única. La mayoría conservan tradiciones ancestrales y creencias animistas que, en algunas zonas, conviven de forma harmónica con el cristianismo y el islam, aunque en otras, se mantienen puras.

Pakistán es una fascinante mina de cosas por descubrir: un abrumador patrimonio histórico, artístico y arquitectónico; ciudades icónicas, tribus viviendo al margen de la sociedad dominante y pequeños reinos anclados en el tiempo

Gabón es un paraíso para los amantes de la naturaleza y viajeros con ganas de desconectarse del Mundo y de la gente. Gracias a la poca densidad humana, es un país cubierto de bosques primarios y secundarios, sierras forestadas, pantanos, ríos tropicales y sabanas tropicales.

El contraste entre el súper-poblado Delta del Ganges, lleno de gentes pequeñas, barbudas, oscuras e islamizadas con las tribus montañesas, todavía desnudas, de pelo azabache y tez amarillenta es brutal y en este contraste nos movemos en Last Places para ofrecer una experiencia bengalí única.