Los famosos campamentos ganaderos de los mundaris son unos lugares desolados. Suelen establecerse en zonas próximas a las orillas del río Nilo en Sudán del Sur. El humo de cientos de hogueras cubre la inmensidad de un vasto terreno árido, seco y caluroso. Entre ese humo se divisan hombres desnudos, vacas con cuernos gigantes y los iconográficos tótems mundaris, que inspiraron para el logotipo de Last Places.
Los tótems son elementos de culto dentro la religión de los mundaris
Las vacas mundaris son de una especie llamada Ankole-Watusi. Se caracterizan por su enorme cornamenta. Estos animales sagrados conforman el eje central de sus vidas, su cultura y su religión. A la esfera espiritual solo se puede acceder si se utilizan como médiums a las reses y se canalizan las energías por medio de la ceniza sobre la piel.
Los mundaris moldean los cuernos de sus vacas para darle diferentes formas
La vida seminómada de los mundaris se ve condicionada por la cantidad de pasto que existe para el ganado. Su sustento alimenticio y económico depende de estos animales, que también son marcadores de nivel social y de la posibilidad de contraer matrimonio y formar una familia, ya que la dote se fija en unidades de ganado.
Los jóvenes acicalan diariamiente a sus reses mediante un frotis de ceniza para protegerlas de las picadura
Los campamentos ganaderos son un espacio de aprendizaje para los chicos mundaris. Los ancianos enseñan a las jóvenes generaciones las maneras tribales hasta que sean suficientemente maduros para pasar el rito para convertirse en adultos. En los campamentos ganaderos suelen vivir miembros masculinos de la comunidad, aunque algunas mujeres los acompañan para realizar algunas labores. La gente mayor, embarazadas y el resto de la sociedad suele vivir en poblados.
Las hogueras se mantienen prendidas durante todo el día, como santuarios diseminados por todo el campamento
Los jóvenes y adultos son los encargados de cuidar y pastar su rebaño. Las labores de los infantes son reagrupar el ganado, ordeñar a las vacas y cargar el estiércol para montar las hogueras. Los niños también realizan una peculiar práctica: estimulan la vagina de las vacas con la boca para conseguir aumentar la producción de leche.
En ocasiones deben cruzar a nado el río en busca de nuevas zonas verdes para pastar
La escarificación en la frente se realiza durante el ritual de iniciación. Mediante el uso de navajas se realizan cinco marcas sucesivas en forma de V, como referencia a los cuernos de las vacas. Una vez pasado el rito, se les obsequia con una vaca y un nombre propio, asociado a la misma.
Pasado el ritual de iniciación se les permite contraer matrimonio
Los mundaris cubren sus cuerpos y los de las vacas con la ceniza de las hogueras para protegerse de las picaduras de los mosquitos. Además, se duchan haciendo uso de orina de vaca y también utilizan este líquido para confeccionar tinte para el cabello que les produce una tonalidad anaranjada.
Adulto mundari con el pelo teñido
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Los mundaris beben directamente de las ubres, así como también perforan los cuellos de las reses para beber su sangre
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Mujeres mundari luciendo ponchos nuevos. Foto por Ana Robles
Los mundaris practican la lucha libre como deporte
Los asentamientos están defendidos por guerreros armados
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© Fotografías de Aníbal Bueno
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