Llevo más de 40 años viviendo en Barcelona. Aquí llegué a finales de la década de los 70 y no ha pasado ni un solo día sin sentir agradecimiento hacia esta ciudad abierta al mar, a la Vida. ¿Amor a primera vista? ¡Quién sabe! Desde el primer momento sentí su abrazo, me sentí identificada y comprometida sabiendo que era y es aquí donde quiero estar. Sin embargo, nunca olvidé mis raíces valencianas.
Fotografía de Elena Molina, realizada por Toni Gómez
Nací en Alcoi y allí fue, en mi juventud, donde se gestó mi pasión por el Arte. Primero a través del dibujo y la pintura en la escuela de Bellas Artes. Más tarde el embrujo se apoderó de mí cuando descubrí el fascinante mundo del diseño gráfico. Siempre alerta, siempre presente en cualquier ámbito de nuestras vidas, en el más recóndito de los lugares, pues diría que todo lo abarca, lo colma, lo transforma y enriquece. No obstante, mi vida profesional se desarrolló en el mundo empresarial, si bien, esas esas semillas germinaron en mí de tal forma, que hoy puedo afirmar que el Arte, en cualquiera de sus manifestaciones, ha estado presente siempre, hasta que, quizás de manera fortuita, hace apenas unos años, descubrí la fotografía.
Felices y exhaustos después de la ceremonia boori de los gwari en Nigeria
Preparados para la celebración del Gerewol en el campo de refugiados de Niergui en Chad
Primero los tambores, poco a poco, las tenues luces del amancer en un campamento mundari en Sudán del Sur.
Rituales del grupo etnico gwari, en el emirato de Minna, Nigeria
Si antes mencioné mi pasión por el Arte, no lo es en menor medida mi pasión por los viajes. La búsqueda en las honduras del alma, del Otro y de mí misma, el intento de verme reflejada en los demás, de sentir esa igualdad en la esencia, despojando las diferencias, me dirigía cada vez más a lugares, de alguna forma, inexplorados. Así fue como, buceando por internet, conocí a Joan Riera. No tenía referencias de sus viajes, tampoco las busqué. Como suelo hacer, seguí mi intuición y al poco tiempo formaba parte de una de sus expediciones por Nigeria. ¡Fue un viaje alucinante! Supe que nadie más podría haberme abierto las puertas a las experiencias que allí vivimos. Al poco tiempo, viajaba con él de nuevo -esta vez a Chad-, en breve estaremos juntos en Camerún y espero poder seguir haciéndolo en sucesivos viajes.
Disfruta del Fin de Año viajando con nuestros expertos a Sudán, Camerún y Sudán del Sur.
Mujeres de la etnia Akhu en Wan Sai, Myanmar
Regresando a casa después de recoger berberechos, Guinea Bissau
En las calles de Kapoeta, Sudán del Sur.
Puesta de sol en un campamento mundari, Sudán del Sur.
Balobero, chamán en un pequeño poblado, Guinea Bissau
Desde que cerré mi etapa profesional, me permito ahondar y a través de la fotografía, reinventar lo vivido, plagiar la memoria. Hacer mía la vivencia, sin importar tanto si la he vivido realmente o es fruto del imaginario. Vivir es soñar, sentir, saber escuchar y escucharnos, compartir… y de esta forma, siento que, siendo capaz de contar y contarme lo vivido puedo dar por completada la experiencia vital del viaje, de mi transitar por la Vida.
Mas allá del tanakha, Myanmar
Uno tras otro, Myanmar
Amanecer en un campamento mundari, Sudán del Sur.
Joven tatuada en el campo de refugiados de Niergui, Chad
Una escuela abarrotada en el slum Kibera, Kenya